lunes, 2 de marzo de 2015

La Hora Final

Todavía hay tiempo


Rodado en plena Guerra Fría, La Hora Final es un drama de ciencia-ficción postapocalíptica distribuido por United Artists, que produjo y dirigió en 1959 Stanley Kramer con un presupuesto cercano a los tres millones de dólares. El film se basa en la novela del mismo título publicada por Nevil Shute en 1957, la cual relata una guerra termonuclear y sus inexorables consecuencias. John Paxton escribió la adaptación (con numerosos cambios que disgustaron a Shute); al contrario que en el libro, no se cargan las culpas en nadie por iniciar el conflicto, sino que se apunta a un accidente (como en la similar Punto Límite de 1964). La película cuenta con un reparto de estrellas encabezado por Gregory Peck, Ava Gardner, Fred Astaire, Anthony Perkins y Donna Anderson.

Póster de la película (foto: FilmAffinity)

La filmación tuvo lugar en la ciudad australiana de Melbourne y sus cercanías durante un período de dos meses. Se utilizó el submarino británico P423 HMS Andrew, así como recursos facilitados por la Armada Real Australiana, ya que el Departamento de Defensa estadounidense rechazó colaborar en la producción; el gobierno de los Estados Unidos criticaba la premisa de novela y película, argumentando que nunca había poseído armas nucleares suficientes para provocar la extinción de la Humanidad.

La Hora Final se estrenó simultáneamente en diecisiete ciudades de los cinco continentes, con presencia de sus actores y de numerosas personalidades políticas. A pesar de que el film no se distribuyó comercialmente en la Unión Soviética, en un hecho sin precedentes se organizó un pase especial en Moscú al que asistieron Gregory Peck y su esposa, acompañados por 1.200 dignatarios soviéticos, corresponsales de prensa y representantes diplomáticos.

El film registró unas pérdidas de 700.000 dólares. No obstante, recibió alabanzas de la crítica en su día y en años posteriores, además de concitar apoyos a muchos de sus puntos de vista. La deprimente posibilidad de un Armagedón en el que todos perdían (tratada con anterioridad en la mucho más modesta Cinco) disuadió a algunos espectadores de pasar por taquilla, pero contribuyó a que el público tomara conciencia de que el mundo podía estar encaminándose hacia su fin y abrió camino a obras como ¿Teléfono Rojo?, Volamos hacia Moscú — y hasta cierto punto Mad Max - Salvajes de Autopista. En otro orden de cosas, la canción tradicional australiana Waltzing Matilda se hizo mundialmente famosa a raíz de la película. El compositor Ernest Gold ganó el Globo de Oro a la Mejor Banda Sonora en 1960 y fue nominado para el Premio de Academia. Stanley Kramer consiguió el BAFTA al Mejor Director.

En general, se considera que La Hora Final es una obra fallida pero notablemente poderosa. Poco dado a las sutilezas cuando se trataba de filmar una de sus célebres películas "con mensaje", Kramer tiende a enfatizar en exceso el horror de la guerra atómica y con ello diluye su impacto. En cambio, cuando deja a los hechos hablar por sí mismos, el film muestra toda su crudeza, haciendo olvidar sus aspectos más tópicos y melodramáticos. Una abrumadora sensación de desolación capta perfectamente la total falta de esperanza que constituye el tema central de la historia. A la fuerza de la película contribuyen las excelentes interpretaciones.

Tras la guerra atómica global de 1964 toda forma de vida es aniquilada en el Hemisferio Norte. El submarino americano USS Sawfish encuentra refugio en Australia, hogar de los últimos supervivientes y donde la población actúa como si no pasara nada a pesar de que es cuestión de tiempo que todo el mundo sucumba al envenenamiento por radiación; algunos se lanzan a un frenesí de rebeldía sin fin, otros hacen cola esperando pacientemente las píldoras para el suicidio proporcionadas por el gobierno. El capitán Dwight Towers conoce a la inestable Moira Davidson y trata de olvidar la pérdida de su familia en el holocausto. El científico nuclear Julian Osborn sufre por la culpa. El joven matrimonio Holmes ve con incredulidad cómo se acerca el final. Cuando se detecta una débil señal de radio procedente de San Diego, Towers y sus hombres zarpan hacia allí ante la posibilidad de que las lluvias hayan limpiado la atmósfera.

Dwight y Moira (foto: HorrorNews.net)

El teniente Peter Holmes intenta que Mary comprenda el destino que les aguarda (foto: HorrorNews.net)

Preparándose para encontrar la fuente de las señales de radio (foto: HorrorNews.net)

El capitán Towers y Osborn navegan hacia el norte para verificar la existencia del Efecto Jorgensen (foto: HorrorNews.net)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

La hora final (1959) on IMDb


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