La Conquista del Espacio

Un viaje demasiado ambicioso

La Conquista del Espacio es una película en Technicolor de 1955 producida por George Pal y dirigida por Byron Haskin que relata el primer viaje del Hombre al planeta Marte. Está protagonizada por Walter Brooke, Eric Fleming, Mickey Shaughnessy, Phil Foster y Benson Fong. La banda sonora es de Nathan Van Cleave. El film, distribuido por la major Paramount Pictures, pretendía mostrar una ciencia y una tecnología tan realistas como fuera posible. El lema del cartel dice «¡Vea cómo sucederá... a lo largo de su vida!»

Póster de la película (foto: FilmAffinity)

La película se basa en el libro epónimo ilustrado por Chesley Bonestell y escrito por el científico Willy Ley en 1949. Bonestell, famoso por sus pinturas fotorrealistas de escenas espaciales y que ya había participado en Con Destino a la Luna, colaboró en los efectos visuales. La producción también incorporó material de El Proyecto Marte, publicado en 1952 por el ingeniero aeroespacial Wernher von Braun. Ambas obras consisten en textos de pura ciencia popular sin personajes ni línea argumental. De haber seguido cualquiera de las dos, Pal habría producido un documental futurista especulativo, muy al estilo de los tres episodios sobre el Mundo del Mañana de la serie de televisión Disneylandia emitidos entre 1955 y 1957: El Hombre en el Espacio, El Hombre y la Luna y Marte y Más Allá. El guión definitivo de James O'Hanlon, a partir de una adaptación de Philip Yordan, Barré Lyndon y George Worthing Yates, cuenta en cambio una historia ficticia de principio a fin.

Pal apostó fuertemente por los efectos especiales, muy ambiciosos pero algo chapuceros (en particular las pinturas sobre vidrio). La falta de realismo perjudica a unas composiciones a menudo impresionantes, sobre todo para el espectador moderno. En general, la crítica de la época apreció los efectos, pero se mostró despectiva con el argumento — más vacuo que en anteriores producciones. El público también le dio la espalda y el film supuso el primer gran fracaso en la carrera de George Pal; le hizo abandonar la ciencia-ficción durante cinco años, hasta su maravillosa adaptación de La Máquina del Tiempo.

En "La Rueda", una estación espacial en la órbita terrestre, una tripulación internacional dirigida por el coronel Merritt se prepara para realizar una expedición a la Luna. En el último momento nuevas órdenes cambian su destino al planeta Marte. La nave espacial emprende el peligroso viaje, pero a medida que se acerca a su objetivo marciano la presión de la misión y las creencias religiosas del coronel afectan a su mente. Merritt cree que cometen una blasfemia invadiendo los dominios de Dios y trata de sabotear tanto la nave como a sus tripulantes... entre los que está su propio hijo.

La Rueda (foto: Sci-Fi Film Fiesta)

El poco apetitoso menú de los expedicionarios (foto: Sci-Fi Film Fiesta)

Dos tripulantes reparan una antena de comunicaciones — expuestos a los peligros del espacio (foto: Sci-Fi Film Fiesta)

La nave espacial llega al planeta Marte (foto: Sci-Fi Film Fiesta)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

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El Monstruo sin Rostro

Jugando a ser dioses

La película de 1958 El Monstruo sin Rostro es una producción de John Croydon y Richard Gordon para la compañía independiente británica Amalgamated Productions distribuida por M-G-M. Está basada en la historia corta de 1930 El Monstruo del Pensamiento, obra de la escritora pulp de misterio y ciencia-ficción Amelia Reynolds Long y publicada originalmente en la revista Weird Tales. El guionista norteamericano Herbert J. Leder escribió la adaptación y había sido elegido para dirigir la película, pero no pudo obtener a tiempo el permiso de trabajo y le sustituyó Arthur Crabtree. Los protagonistas son Marshall Thompson, Kynaston Reeves, Michael Balfour y Kim Parker. La acción se ambienta en una instalación militar en Canadá y describe las misteriosas muertes causadas por una forma de vida invisible que se apodera de cerebros humanos para reproducirse.

Forrest J Ackerman, notable personalidad de la ciencia-ficción, era agente literario de Long y fue quien negoció la venta de su relato a los productores de la película. Ésta se rodó por entero en Inglaterra; se adoptó un escenario canadiense para interesar al público de ambos lados del Atlántico, siendo fácil de replicar en localizaciones inglesas. El reparto consistió principalmente en actores estadounidenses y canadienses expatriados, junto con unos pocos británicos doblados por norteamericanos.

Póster de la película (foto: FilmAffinity)

Las criaturas del título fueron creadas mediante la técnica del stop-motion, algo inhabitual para un film de tan bajo presupuesto. El director de estas secuencias fue Florenz Von Nordoff, mientras que el proceso en sí lo hizo en Munich el artista alemán de efectos especiales K. L. Lupel. La música fue compuesta por Buxton Orr.

En julio de 1958 El Monstruo... se estrenó en el Cine Rialto de Times Square, en Nueva York. Los productores expusieron en un tanque de vidrio frente al local un «Monstruo viviente y respirando» que sobresaltaba a los mirones moviéndose periódicamente y emitiendo sonidos amenazantes con ayuda de un dispositivo eléctrico oculto. Las multitudes que se reunían para verlo se hicieron tan grandes que finalmente la policía ordenó retirar el tanque por desorden público.

Cinco meses más tarde, el film provocó un escándalo después del estreno nacional en el Cine Ritz del West End londinense. El Consejo Británico de Censores de Películas había requerido varios cortes antes de su exhibición y eventualmente recibió el Certificado 'X', pero de todos modos la prensa quedó pasmada ante sus escalofriantes efectos especiales. De hecho, en el Parlamento se preguntó por qué se había autorizado la proyección, cuestionando posteriormente «en qué pensaba la industria británica al intentar batir a Hollywood en su propio juego de sobredosis de sangre». Actualmente pasa por ser una de las mejores películas de serie B del decenio y algunos creen que «puede ser la película más gore de su época».

En un pequeño pueblo rural, no lejos de una instalación de radar estadounidense en la provincia de Manitoba, empiezan a ocurrir muertes inexplicables. Las autopsias revelan que las víctimas fueron asesinadas y que sus cerebros y médulas espinales han desaparecido; únicamente hay unas marcas en la nuca del cadáver como posible pista. Los lugareños están convencidos de que la causa es una fuga de radiación en las pruebas con un radar que utiliza energía nuclear. Pero el comandante Jeff Cummings, investigador del caso, opina que se trata de una especie de "vampiro mental". Sospecha del profesor R. E. Walgate, un científico retirado que experimenta con la telequinesis, y saca a la luz un secreto aterrador.

El sofisticado sistema de radar atómico (foto: The Dwrayger Dungeon)

«¡Tiene que ser obra de un vampiro mental!» (foto: The Dwrayger Dungeon)

El profesor Walgate tiene que responder a muchas preguntas (foto: The Dwrayger Dungeon)

Las malvadas criaturas alimentándose (foto: The Dwrayger Dungeon)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

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La Furia del Planeta Rojo

Surtido de amenazas marcianas

La Furia del Planeta Rojo es una producción de serie B «en magnífico color» de 1959 dirigida por Ib Melchior, el cual dispuso de diez días y 200.000 dólares para rodarla. Ello requirió utilizar el proceso CineMagic, que combinaba animaciones dibujadas a mano junto con imágenes reales, y que se empleó para todas las escenas en la superficie de Marte. Aunque resultó mayormente un fracaso, el productor Norman Maurer lo probaría de nuevo en 1962 con Los Tres Chiflados en Órbita. La película fue producida por Maurer y Sidney W. Pink para Sino Productions y posteriormente distribuida por American International Pictures. El guión lo escribieron Pink y Melchior, a partir de una idea original del primero. El reparto incluye a Gerald Mohr, Naura (acreditada como «Nora») Hayden, Jack Kruschen y Les Tremayne. Paul Dunlap compuso la banda sonora.

Póster de la película (foto: FilmAffinity)

Sid Pink escribió un borrador titulado El Planeta Marte que relataba un viaje interplanetario. Se lo pasó a Melchior, a quien le habían presentado en una fiesta, y éste accedió a escribir un guión si Pink le permitía dirigirlo. Pink también conoció a Norman Maurer cuando este último desarrollaba una nueva técnica cinematográfica — CineMagic. El negativo en blanco y negro era procesado con solarización y posteriormente tintado en rojo; su revelado era innecesario y el sistema abarataba la producción. Según Pink «se suponía que tenía que ser una especie de efecto 3-D», pero pronto resultó evidente que no podría dar lo que prometía (aunque Pink añade «lo que nos surgió era genial todas maneras»).

La película fue popular en taquilla y disfrutó de una larga vida en televisión. Cuando se estrenó hubo críticas para el escaso realismo de los efectos, pero con el tiempo algunos han elogiado precisamente su fascinante apariencia, al igual que el tono ligero y la falta de pretensiones del film.

La primera astronave enviada a Marte, que se presumía perdida desde su llegada a dicho planeta, es hallada en el espacio y traída de vuelta a la Tierra por control remoto — ya que no responde a los intentos de contacto. Sólo dos miembros de la tripulación inicial de cuatro siguen vivos, pero uno se encuentra en coma a causa de una sustancia alienígena adherida a su brazo, mientras que el otro está traumatizado, y sus recuerdos de lo ocurrido bloqueados. Con la esperanza de salvar al tripulante inconsciente, se interroga bajo hipnosis al amnésico. Las autoridades pueden conocer así los terribles peligros que acechan a cualquiera que se aventure en el rojizo y espeluznante silencio de un ecosistema marciano ciertamente alienígena.

La extraña infección alienígena que cubre el brazo del coronel Tom O'Bannion (foto: IMDb)

La tripulación al completo del cohete MR-1 al inicio del viaje (foto: IMDb)

El coronel O'Bannion estrecha lazos con la doctora Iris "Irish" Ryan — el indicador a su derecha informa de si el consumo de oxígeno es «normal» o «excesivo» (foto: IMDb)

El sorprendente paisaje del Planeta Rojo visto a través de CineMagic (foto: IMDb)

En la película Marte alberga toda suerte de criaturas monstruosas — ésta es la más celebrada (foto: IMDb)

Los expedicionarios cruzan un lago marciano a bordo de una balsa neumática; estructuras desconocidas son visibles al otro lado (foto: IMDb)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

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Vinieron del Espacio

Diferentes a nosotros

Vinieron del Espacio (también conocida por Llegó del Más Allá) es una película en blanco y negro de 1953 basada en el relato The Meteor, de Ray Bradbury. El film, el primero en formato 3-D distribuido por Universal Pictures, fue producido por William Alland, dirigido por Jack Arnold y protagonizado por Richard Carlson, Barbara Rush, Charles Drake, Joe Sawyer, Russell Johnson y Kathleen Hughes. Harry Essex escribió el guión (con aportaciones de Arnold); al contrario que en otras películas de ciencia-ficción de la época, los "invasores" alienígenas retratados por Bradbury son criaturas sin intenciones maliciosas hacia la humanidad, mientras que la mayor parte de los terrícolas son intolerantes y agresivos. El film se puede interpretar como una metáfora contra la mutua desconfianza y la xenofobia propias de la Guerra Fría.

Póster de la película (foto: FilmAffinity)

El rodaje tuvo lugar en las ciudades californianas de Palmdale y Victorville, así como en el desierto de Mojave. A través de la dirección de Jack Arnold y los inquietantes sonidos del theremin de Samuel Hoffman, los escenarios desérticos habituales en las producciones del género adquieren un carácter ominoso y sugieren la existencia de presencias invisibles; el desierto es tratado casi como un personaje más de la historia. La cámara se aprovecha de la filmación en tres dimensiones, con numerosos planos subjetivos desde el punto de vista de la criatura espacial. La banda sonora (sin acreditar) fue compuesta por Irving Gertz, Henry Mancini y Herman Stein. El diseño de los seres alienígenas fue obra de Milicent Patrick.

La crítica fue más bien condescendiente en el momento del estreno, calificándola como una película entretenida pero menor. Hoy en día se la considera un clásico, con elogios hacia las intrigantes ideas de Bradbury y la habilidad de Arnold para el suspense y la puesta en escena. La actriz Barbara Rush ganó el Globo de Oro en 1954 como debutante más prometedora — un hecho a todas luces curioso, ya que había protagonizado Cuando los Mundos Chocan tres años antes.

John Putnam es un escritor y astrónomo aficionado que se acaba de mudar a una casa en las afueras de Sand Rock, donde su novia Ellen Fields trabaja como maestra local. La gente de la pequeña ciudad no confía en John, y menos que nadie el sheriff Matt Warren, quien se muestra muy protector con Ellen — y quizás algo más. Cierta noche, mientras contemplan las estrellas, John y Ellen ven estrellarse un meteorito en el desierto de Arizona. John saca de la cama a su amigo Pete para que lo lleve al lugar de la caída en helicóptero. Una vez allí, desciende al cráter. Desafortunadamente lo hace solo, mientras su amigo y Ellen le esperan: él es el único que puede ver una nave espacial antes de que un desprendimiento de tierras la oculte... y captar un fugaz vistazo del ser monstruoso que sale de su interior y se pierde en la oscuridad. Al principio la historia de John es objeto de burla, hasta que algunos de los lugareños empiezan a comportarse de forma extraña — como si no fueran quienes aparentan ser.

Una romántica velada de astronomía interrumpida — las imágenes proceden del surtido de lobby cards (foto: 3B Theater Poster Archive)

Lo que esconde el cráter no es un meteorito (foto: 3B Theater Poster Archive)

El sheriff Warren no cree a John... y Ellen tiene dudas (foto: 3B Theater Poster Archive)

La reacción de la turba (foto: 3B Theater Poster Archive)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

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