lunes, 26 de enero de 2015

The Night the World Exploded

Teorías catastrofistas


The Night the World Exploded (sin título en español) es una película de 1957 distribuida por Columbia Pictures. Al igual que La Tierra contra los Platillos Volantes, fue dirigida por Fred F. Sears y producida por Sam Katzman para Clover Productions. El film relata cómo un científico descubre un extraño elemento nuevo en las profundidades de la Tierra, el cual explota en contacto con el aire y amenaza con causar la destrucción del planeta. El guión lo escribieron Jack Natteford y Luci Ward; las buenas ideas de partida se vieron perjudicadas por el bajo presupuesto típico de los trabajos de Katzman. Los actores principales son Kathryn Grant, William Leslie y Tristram Coffin.

Póster de la película (foto: Wrong Side of the Art!)

El limitado presupuesto no hace justicia a un argumento interesante, una historia contada con eficacia y un guión aceptable — a pesar del abuso de la jerga pseudocientífica. En consecuencia, la película apenas alcanza el ámbito de lo creíble. A que no se la tomara más en serio contribuyó el hecho de que fuese distribuida en un programa doble junto a la indescriptible La Garra Gigante. Parte del rodaje tuvo lugar en las Cavernas de Carlsbad, Nuevo México, así como en el edificio de la Datatron Corporation en Pasadena, California, lo que sí aporta verismo al film.

El ficticio elemento E-112 muestra sorprendentes paralelos con el hidrato de metano, también llamado clatrato de metano. Éste consiste en moléculas de metano atrapadas en las cavidades de una estructura de moléculas de agua, que bajo condiciones de elevada presión y baja temperatura como las de los fondos marinos y el permafrost se convierte en una sustancia sólida cristalina (hielo de metano). Se trata de un compuesto particularmente inestable; aunque constituye una fuente energética alternativa de gran potencial, con reservas estimadas que duplican las de todos los combustibles fósiles, en la práctica es muy difícil que no se libere metano durante su extracción.

La hipótesis del fusil de clatratos sostiene que el aumento de la temperatura del mar puede dar lugar a una liberación repentina de metano desde los depósitos de clatratos de los fondos oceánicos que causaría un efecto invernadero descontrolado. Algo así podría ser el origen de cambios climáticos del pasado como los asociados a la Extinción Masiva del Pérmico-Triásico y el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, así como de otros en el futuro.

El doctor David Conway ha completado una máquina que cree puede predecir terremotos, y determina que uno sacudirá California en las siguientes 24 horas. Él y su patrono, el doctor Morton, tratan de convencer al gobernador, pero éste no puede declarar el estado de emergencia sin pruebas de que la máquina funciona — lo que finalmente demuestra ser cierto. Peor aún, Conway obtiene lecturas que pronostican una serie de nuevos seísmos en todo el mundo, algo que también se hace realidad. Con su asistente Laura "Hutch" Hutchinson (de cuyos sentimientos parece no ser consciente), Conway lleva su equipo a lo más profundo de las Cavernas de Carlsbad, con la esperanza de averiguar la causa de la epidemia de terremotos. Así sucede, al descubrir por casualidad un nuevo elemento que yace inactivo en las aguas subterráneas, el cual es violentamente explosivo cuando se combina con el nitrógeno de la atmósfera. Fuerzas desconocidas parecen estar empujando este elemento, el E-112, hacia la superficie del Globo, y el análisis de las computadoras indica que en poco más de cuatro semanas habrá el suficiente para hacer explotar el mundo entero...

La máquina del doctor Conway anuncia el desastre (foto: Wrong Side of the Art!)

Se cumplen los peores presagios (foto: Wrong Side of the Art!)

Gabinete de crisis (foto: Wrong Side of the Art!)

En las Cavernas de Carlsbad (foto: Wrong Side of the Art!)

El E-112 (foto: Wrong Side of the Art!)

Morton, Conway y Hutchinson esperan noticias (foto: Wrong Side of the Art!)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

The Night the World Exploded (1957) on IMDb


* * *

lunes, 19 de enero de 2015

El Cerebro de Donovan

Malas influencias


Segunda versión cinematográfica de la novela epónima de Curt Siodmak (1942), El Cerebro de Donovan es una película de ciencia-ficción/terror producida por Allan Dowling y Tom Gries en 1953. El film fue distribuido por United Artists. Hugh Brooke escribió la adaptación que Felix E. Feist desarrolló en el guión definitivo; aunque inicialmente iba a ser dirigida por el autor del libro, fue el mismo Feist quien terminó haciéndose cargo de la realización. La historia gira alrededor del intento de mantener vivo el cerebro de un ególatra millonario después de un accidente — virtualmente — fatal, y cómo el despiadado cerebro comienza a apoderarse de la voluntad de otras personas. El reparto incluye a Lew Ayres, Nancy Davis (después Reagan), Gene Evans y Steve Brodie. Eddie Dunstedter compuso la música.

Póster de la película (foto: FilmAffinity)

La novela "de culto" de Curtis Siodmak se convirtió en un éxito inmediato, siendo llevada a la gran pantalla en 1944 como La Mujer y el Monstruo (no confundir con la primera película de la Criatura de la Laguna Negra) y en 1962 como El Cerebro, además de inspirar en 1983 la parodia Un Genio con Dos Cerebros. La versión de Feist se considera la mejor de todas, de lejos el tratamiento más eficaz e inteligente del material original (aunque no falte quien opina de ella que es demasiado "cerebral" y algo aburrida). Se trata de puro melodrama, pero no intenta disfrazarlo, y de hecho expone abiertamente su improbable premisa. El director lo hace con el pulso adecuado, construyendo una inquietante atmósfera llena de suspense a la par que evita caer en los dominios de la literatura pulp.

Feist tuvo la gran ayuda del protagonista, Lew Ayres, cuyo trabajo toca todos los registros necesarios y en la justa medida. Su excelente interpretación saca partido de la naturaleza de "Jekyll y Hyde" de la historia sin caer en la sobreactuación. Los actores secundarios no llegan a ese nivel, pero se muestran sólidos.

El doctor Patrick Cory, brillante especialista en cirugía cerebral, intenta por todos los medios salvar la vida de la víctima de un accidente de aviación. Extirpa el cerebro de su paciente moribundo y lo mantiene vivo conectado a electrodos y sumergido en un tanque que contiene una solución especial. Pero antes de que pase mucho tiempo, la aislada materia gris — que ha pertenecido al acaudalado y siniestro industrial W. H. Donovan — logra ejercer una influencia telepática sobre el doctor. El una vez honesto y amable científico asume la personalidad agresiva y paranoica de Donovan y se ve impulsado a llevar a cabo las infames órdenes del cerebro, el cual tiene planes para sus enemigos.

Al principio el doctor Cory y su esposa Janice son un matrimonio muy feliz (foto: The Dwrayger Dungeon)

El cerebro de W. H. Donovan (foto: The Dwrayger Dungeon)

Janice y el doctor Schratt empiezan a sospechar (foto: The Dwrayger Dungeon)

«¿Dónde está Patrick?» (foto: The Dwrayger Dungeon)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

Donovan's Brain (1953) on IMDb


* * *

lunes, 12 de enero de 2015

Invasores Invisibles

Los muertos se levantan de la tumba


Invasores Invisibles es un film de ciencia-ficción/horror dirigido en 1959 por Edward L. Cahn y producido por Robert E. Kent para Premium Pictures, siendo distribuido en los cines por United Artists. Fue la tercera de cuatro colaboraciones de este género entre director y productor. Paul Dunlap escribió la banda sonora, de la cual reutilizaría una buena parte en La Furia del Planeta Rojo, Los Tres Chiflados en Órbita y Destination Inner Space. El guión de Samuel Newman lo protagonizaron John Agar, Jean Byron, Philip Tonge, Robert Hutton y John Carradine. Cuenta cómo unos extraterrestres invisibles deciden aniquilar a la Humanidad a menos que todas las naciones de la Tierra se rindan de inmediato; para respaldar su amenaza, los alienígenas ocupan los cuerpos de los muertos recientes y se lanzan contra los vivos.

Póster de la película (foto: Wrong Side of the Art!)

Invasores Invisibles es una de esas películas con la que los críticos disfrutaron ensañándose en el momento de su estreno. Muchos aficionados al cine de terror y ciencia-ficción, sin embargo, la consideran una interesante idea, no del todo mal ejecutada en el contexto de la época y a pesar de sus incoherencias. Los alienígenas invisibles eran una medida de ahorro tan antigua, al menos, como El Fantasma del Espacio de W. Lee Wilder (1953); en lugar de horripilantes extraterrestres, que los productores no se podían permitir, el film muestra cadáveres en descomposición saliendo de sus tumbas y atacando a los vivos. El concepto estaba sacado directamente de Plan 9 del Espacio Exterior de Edward D. Wood, Jr., aunque un poco mejor materializado — si bien, quizás, no de forma tan entretenida. El título de Cahn, de hecho, está más cerca en contenido y espíritu a La Noche de los Muertos Vivientes, de George A. Romero (a la cual se anticipó en nueve años). Los efectos especiales, aceptables habida cuenta las limitaciones de la producción, se ven complementados por una generosa cantidad de imágenes de archivo.

La película se mantuvo en cartelera poco tiempo, pero se convirtió en una pequeña obra "de culto" en televisión, influyendo en los gustos de los amantes del género mucho más de lo que cualquier crítico cinematográfico de la época habría reconocido. Al igual que El Terror del Más Allá — colaboración previa de Cahn y Kent — comparte elementos con Alien, el Octavo Pasajero, Invasores Invisibles inspiró numerosas producciones del subgénero de los zombies en décadas posteriores.

Misteriosos invasores del espacio exterior se han ocultado en la Luna durante veinte mil años, gracias a su invisibilidad. Ahora planean destruir a la raza humana aprovechándose de su capacidad para poseer y reanimar los cuerpos de los muertos. Ejércitos de cadáveres putrefactos marchan sobre las ciudades, y parece como si no hubiera defensa. El comandante Bruce Jay es puesto al mando de un pequeño laboratorio secreto en el que un grupo de científicos trata de encontrar el punto débil de los invasores. Surgen los conflictos entre el comandante, el doctor Adam Penner, su hija Phyllis y el doctor Lamont. Al fin logran desarrollar un cañón ultrasónico que puede hacer visibles a los alienígenas y matarlos, pero primero deben capturar a uno para probarlo... una acción que les pone en peligro de ser descubiertos.

La primera víctima de los invasores es el doctor Karol Noymann (foto: The Dwrayger Dungeon)

Dos muertos vivientes prueban los efectos del cañón ultrasónico (foto: The Dwrayger Dungeon)

El alienígena abandona el cuerpo de su huésped (foto: The Dwrayger Dungeon)

El comandante Jay se arriesga a salir del centro de investigación (foto: The Dwrayger Dungeon)

Un platillo volante bajo el fuego del arma secreta (foto: The Dwrayger Dungeon)

Los héroes que han salvado a la Tierra (foto: The Dwrayger Dungeon)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

Invasores invisibles (1959) on IMDb


* * *

lunes, 5 de enero de 2015

El Increíble Hombre Menguante

«¡Todavía existo!»


El Increíble Hombre Menguante es una película de 1957 dirigida por Jack Arnold, adaptada para la pantalla por Richard Matheson y Richard Alan Simmons a partir de la novela del primero El Hombre Menguante (1956). La trama desarrolla la angustiosa experiencia de Scott Carey, que empieza a disminuir de tamaño después de verse expuesto a una nube radiactiva de origen desconocido. Este clásico de la Sci-Fi fue producido por Albert Zugsmith y distribuido por Universal Studios. Como actores aparecen Grant Williams, Randy Stuart, April Kent, Paul Langton y Billy Curtis. El tema musical de los títulos iniciales es una composición de Irving Gertz (sin acreditar), con un solo de trompeta interpretado por Ray Anthony, aunque la mayor parte de la banda sonora la escribió Joseph Gershenson. El film ganó el primer Premio Hugo de la historia, como Mejor Representación Dramática, en la Convención Mundial de Ciencia-Ficción de 1958.

Póster de la película (foto: Wikipedia)

Richard Matheson, quien nunca había escrito un guión cinematográfico, reestructuró su novela para emplear una narrativa más lineal. Si bien no le inspiró directamente, la historia guarda ciertas similitudes con el relato El Hombre que Encogió, escrito por Henry Hasse y publicado originalmente en la revista Amazing Stories de agosto de 1936, en particular su tono filosófico casi existencialista. Arnold tuvo que enfrentarse al estudio por el final elegido; los pases preliminares fueron un éxito y el final se mantuvo, haciendo de El Increíble Hombre Menguante una de las películas más perturbadoras de su época. Aunque basa su dramatismo en diálogos e interpretaciones, el film no descuida los aspectos técnicos: tanto los efectos especiales (de Charles Baker) como los efectos visuales (de Everett H. Broussard y Roswell A. Hoffmann) son más que convincentes. En la producción de estos últimos se trabajó durante ocho meses.

Matheson escribió un argumento para una secuela titulada La Fantástica Chica Menguante que no se llegó a filmar. La historia relataba cómo Louise Carey seguía a su esposo al mundo microscópico; en 2006 fue publicada por Gauntlet Press en una colección llamada Sueños No hechos Realidad. Universal Pictures produjo en 1981 La Increíble Mujer Menguante, un remake en clave de comedia protagonizado por Lily Tomlin.

A pesar de algunos comentarios pobres en el momento de su estreno — el propio Matheson se sintió decepcionado durante años con la adaptación — la crítica moderna a menudo cita a El Increíble Hombre Menguante como una de las mejores películas de ciencia-ficción jamás rodadas. Muchos estudiosos ven en ella tanto una alegoría de los miedos de la Era Atómica como una expresión de las preocupaciones masculinas ante la incipiente liberación de la mujer. Es probablemente la mejor valorada del notable puñado de películas de ciencia-ficción realizadas por Arnold en los años 1950.

Scott Carey y su esposa Louise navegan en su pequeño yate por un mar en calma. Mientras Louise está bajo cubierta, una extraña niebla envuelve a Scott y cubre su cuerpo con unas partículas metálicas que se evaporan rápidamente. Tiempo después es rociado con insecticida por accidente, y en pocos días descubre que ha comenzado a encoger. Primero son unos pocos centímetros, después un poco más; cuando mide menos de un metro ya es una curiosidad nacional. Los científicos determinan que la exposición a las dos sustancias ha desencadenado el proceso y logran hallar una fórmula que lo detiene. Scott recobra la esperanza, pero sólo temporalmente. Con quince centímetros tiene que vivir en una casa de muñecas e incluso esto resulta imposible cuando su gato irrumpe en ella para devorarlo. Scott huye al sótano y Louise piensa que ha muerto. Atrapado bajo la casa y amenazado ahora por una araña, lucha por la supervivencia mientras su tamaño no deja de disminuir...

Esta lobby card anticipa algunas de las principales escenas de la película (foto: TCM)

Scott y Louise toman el sol momentos antes de atravesar el banco de niebla (foto: TCM)

La mascota doméstica se convierte en un monstruo (foto: TCM)

Una de las secuencias más famosas — Arnold ya había "dirigido" a la araña Tamara en Tarántula (foto: TCM)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

El increíble hombre menguante (1957) on IMDb


* * *