Teorías catastrofistas
The Night the World Exploded (sin título en español) es una película de 1957 distribuida por Columbia Pictures. Al igual que La Tierra contra los Platillos Volantes, fue dirigida por Fred F. Sears y producida por Sam Katzman para Clover Productions. El film relata cómo un científico descubre un extraño elemento nuevo en las profundidades de la Tierra, el cual explota en contacto con el aire y amenaza con causar la destrucción del planeta. El guión lo escribieron Jack Natteford y Luci Ward; las buenas ideas de partida se vieron perjudicadas por el bajo presupuesto típico de los trabajos de Katzman. Los actores principales son Kathryn Grant, William Leslie y Tristram Coffin.
Póster de la película (foto: Wrong Side of the Art!)
El limitado presupuesto no hace justicia a un argumento interesante, una historia contada con eficacia y un guión aceptable — a pesar del abuso de la jerga pseudocientífica. En consecuencia, la película apenas alcanza el ámbito de lo creíble. A que no se la tomara más en serio contribuyó el hecho de que fuese distribuida en un programa doble junto a la indescriptible La Garra Gigante. Parte del rodaje tuvo lugar en las Cavernas de Carlsbad, Nuevo México, así como en el edificio de la Datatron Corporation en Pasadena, California, lo que sí aporta verismo al film.
El ficticio elemento E-112 muestra sorprendentes paralelos con el hidrato de metano, también llamado clatrato de metano. Éste consiste en moléculas de metano atrapadas en las cavidades de una estructura de moléculas de agua, que bajo condiciones de elevada presión y baja temperatura como las de los fondos marinos y el permafrost se convierte en una sustancia sólida cristalina (hielo de metano). Se trata de un compuesto particularmente inestable; aunque constituye una fuente energética alternativa de gran potencial, con reservas estimadas que duplican las de todos los combustibles fósiles, en la práctica es muy difícil que no se libere metano durante su extracción.
La hipótesis del fusil de clatratos sostiene que el aumento de la temperatura del mar puede dar lugar a una liberación repentina de metano desde los depósitos de clatratos de los fondos oceánicos que causaría un efecto invernadero descontrolado. Algo así podría ser el origen de cambios climáticos del pasado como los asociados a la Extinción Masiva del Pérmico-Triásico y el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, así como de otros en el futuro.
El doctor David Conway ha completado una máquina que cree puede predecir terremotos, y determina que uno sacudirá California en las siguientes 24 horas. Él y su patrono, el doctor Morton, tratan de convencer al gobernador, pero éste no puede declarar el estado de emergencia sin pruebas de que la máquina funciona — lo que finalmente demuestra ser cierto. Peor aún, Conway obtiene lecturas que pronostican una serie de nuevos seísmos en todo el mundo, algo que también se hace realidad. Con su asistente Laura "Hutch" Hutchinson (de cuyos sentimientos parece no ser consciente), Conway lleva su equipo a lo más profundo de las Cavernas de Carlsbad, con la esperanza de averiguar la causa de la epidemia de terremotos. Así sucede, al descubrir por casualidad un nuevo elemento que yace inactivo en las aguas subterráneas, el cual es violentamente explosivo cuando se combina con el nitrógeno de la atmósfera. Fuerzas desconocidas parecen estar empujando este elemento, el E-112, hacia la superficie del Globo, y el análisis de las computadoras indica que en poco más de cuatro semanas habrá el suficiente para hacer explotar el mundo entero...
La máquina del doctor Conway anuncia el desastre (foto: Wrong Side of the Art!)
Se cumplen los peores presagios (foto: Wrong Side of the Art!)
Gabinete de crisis (foto: Wrong Side of the Art!)
En las Cavernas de Carlsbad (foto: Wrong Side of the Art!)
El E-112 (foto: Wrong Side of the Art!)
Morton, Conway y Hutchinson esperan noticias (foto: Wrong Side of the Art!)
Trailer de la película (vídeo: YouTube)
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