«¡Tú serás el siguiente!»
La Invasión de los Ladrones de Cuerpos es una producción de Walter Wanger dirigida por Don Siegel y protagonizada por Kevin McCarthy, Dana Wynter, Larry Gates, King Donovan y Carolyn Jones. Fue estrenada por el estudio de películas de serie B Allied Artists en 1956. Daniel Mainwaring adaptó el guión a partir de la novela de Jack Finney The Body Snatchers, publicada por entregas en la revista Collier's durante 1954. El compositor Carmen Dragon escribió la desasosegante banda sonora. La historia cuenta una invasión extraterrestre "silenciosa" que comienza en la ficticia comunidad de Santa Mira, California. Esporas procedentes del espacio desarrollan grandes vainas, capaces de asimilar las características físicas, recuerdos y personalidad de un ser humano para reemplazarlo; los duplicados, sin embargo, carecen de cualquier tipo de emoción. Aunque se han filmado tres remakes (el de Philip Kaufman en 1978, el de Abel Ferrara en 1994 y el de Oliver Hirschbiegel en 2007), la deliberadamente fría y realista versión de Siegel continúa siendo la mejor y está valorada como una de las cimas del género.
Póster de la película (foto: FilmAffinity)
El estudio recortó significativamente el presupuesto, obligando a Wanger a contratar a los semidesconocidos McCarthy y Wynter como protagonistas, comprimir el calendario de rodaje y recurrir a localizaciones del área de Los Ángeles. La filmación tuvo lugar en la primavera de 1955; del presupuesto definitivo de 382.190 dólares, menos de 30.000 se destinaron a efectos especiales. Al técnico Ted Haworth se le ocurrió una sencilla idea para crear los duplicados del interior de las vainas, utilizando látex moldeado a partir de impresiones de cuerpo entero de los actores. El proceso era extenuante (especialmente para Carolyn Jones, quien sufría claustrofobia). Un directivo se quejó de la "desnudez" de las réplicas, las cuales aparecen cubiertas por espuma que tapa cualquier zona polémica. Por su parte, Don Siegel contaría que durante el rodaje había entrado en la casa de Dana Wynter para ocultar una vaina bajo su cama, y que la actriz se puso histérica al encontrarla. Ésta replicó que la historia era exagerada; Siegel había dejado la vaina en la entrada antes de una de las frecuentes visitas a su novia, vecina de Wynter.
Preparativos para extraer el molde de Dana Wynter (foto: IMDb)
Allied Artists programó tres preestrenos a principios del verano que no tuvieron éxito. El estudio eliminó cualquier elemento de humor del film y realizó otro pase en agosto que tampoco salió bien. Por último, insistió en añadir un prólogo y un epílogo para ofrecer un final más esperanzador, de modo que el metraje original se convierte un largo flashback. El material adicional se rodó en septiembre, con la oposición de todo el equipo; Ted Haworth, quien había sido director artístico con Alfred Hitchcock, dijo que éste «habría dado un colmillo por hacer una película así de aterradora», además de que el estudio «estaba destruyendo la película». Aunque algunos piensan que los añadidos alteran esencialmente el mensaje del film, para otros son fútiles y disminuyen muy poco su indescriptible horror.
Si bien las vainas se han visto a menudo como una metáfora de la infiltración comunista en la sociedad estadounidense durante la Guerra Fría, son un símbolo igualmente convincente del conformismo de dicha sociedad ante la tiránica "caza de brujas" del senador Joseph McCarthy. El guionista Daniel Mainwaring había tenido roces con los anticomunistas de Hollywood, lo que da credibilidad a esta teoría — con la que estaba de acuerdo Wynter. En cambio, el protagonista, Kevin McCarthy, creía que no había una alegoría política intencionada. El propio Don Siegel admitía una interpretación política, pero no en exclusiva, asegurando que había procurado no enfatizar las referencias al senador McCarthy. Siegel solía decir que los estudios estaban «llenos de vainas», refiriéndose a la deshumanización y materialismo de sus ejecutivos. Muchos consideran que La Invasión... es posiblemente la mirada más reveladora al interior de la mentalidad norteamericana de la época, así como una de las películas de terror más polifacéticas jamás rodadas. Completa desde el punto de vista masculino una interesante trilogía paranoica de invasiones: Me Casé con un Monstruo del Espacio Exterior da la visión femenina e Invasores de Marte la de un niño.
Cuando tuvo lugar el estreno doméstico en febrero de 1956, muchos cines instalaron vainas de papel maché en sus accesos, así como figuras de cartón a tamaño natural de McCarthy y Wynter huyendo de una multitud. La película recaudó más de un millón de dólares en los Estados Unidos durante el primer mes, más de dos millones y medio sólo en 1956. Llegó a Gran Bretaña a finales de ese año (con cortes impuestos por los censores), ingresando otro medio millón de dólares. Aunque los críticos inicialmente le prestaron poca atención, en retrospectiva la han aclamado como un auténtico clásico de la ciencia-ficción, uno de los más simples, influyentes y — todavía hoy — aterradores. Entre otros muchos reconocimientos, la revista Time incluyó a La Invasión de los Ladrones de Cuerpos en su Top 10 de Películas de Ciencia-Ficción de los años 1950, su Top 25 de Películas de Terror y su lista de las 100 Mejores Películas de Todos los Tiempos.
En la pequeña ciudad de Santa Mira, varios pacientes del doctor Miles Bennell le informan de que sus seres queridos no parecen los mismos últimamente. Aunque incrédulo al principio, Miles se convence de que hay algo extraño — especialmente cuando de la noche a la mañana los paranoicos denunciantes se retractan. Pronto él y sus amigos se preguntarán aterrorizados en quién pueden confiar y en quién no...
El doctor Miles Bennell ya ha oído demasiadas veces «no parece la misma persona de antes» (foto: IMDb)
Un descubrimiento espeluznante (foto: IMDb)
Miles y Jack Belicec intentan convencer al escéptico doctor Kauffman (foto: IMDb)
Becky Driscoll, "Teddy" Belicec, Miles y Jack en el invernadero (foto: IMDb)
Destruyendo una de las infames vainas (foto: IMDb)
Lucha a vida o muerte (foto: IMDb)
¡Descubiertos! (foto: IMDb)
«¡Por favor! ¡Necesito dormir!» (foto: IMDb)
Trailer de la película (vídeo: YouTube)
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