lunes, 21 de diciembre de 2015

A 20 Millones de Millas de la Tierra

No provoques al Ymir


A 20 Millones de Millas de la Tierra (también conocida como La Bestia de Otro Planeta) es una película de ciencia-ficción de 1957 escrita por Robert Creighton Williams y Christopher Knopf, quienes se basaron en un argumento original de Ray Harryhausen desarrollado por Charlotte Knight. El film fue producido por la modesta Morningside Productions de Charles H. Schneer para Columbia Pictures y dirigido por Nathan H. Juran. Como otras varias colaboraciones entre Schneer y Columbia, la idea tras la película era explotar el fascinante talento para la animación mediante stop-motion de Harryhausen. La historia cuenta cómo una nave espacial que regresa del planeta Venus se estrella en las costas de Sicilia; de ella sale una peligrosa criatura de aspecto reptiliano que rápidamente crece hasta un tamaño gigantesco. El film lo protagonizan William Hopper, Joan Taylor, Frank Puglia, John Zaremba, Thomas Browne Henry, Tito Vuolo y el niño Bart Braverman (como "Bart Bradley"). La música — sin acreditar — pertenece a Mischa Bakaleinikoff.

Póster de la película (foto: Wrong Side of the Art!)

Una de las creaciones más recordadas de Ray Harryhausen estuvo inspirada por su deseo de pasar unas vacaciones en Europa. En 1952, sin dinero, el "Mago de los Efectos Especiales" escarbó en su archivo buscando una trama que exigiese rodar en el viejo continente. Una posibilidad era The Giant Ymir, que mostraba a una criatura del espacio exterior sembrando el caos en una gran metrópoli ("Ymir" es el padre de los gigantes de la escarcha en la mitología nórdica, aunque en la película el monstruo finalmente no tiene nombre alguno ni mucho menos relación con el hielo); Harryhausen eligió Roma como infortunada victima del monstruo extraterrestre a la vez que destino vacacional. El viaje se retrasaría cuatro años. Su amiga Charlotte Knight reescribió la historia y pulió sus muchos defectos mientras Harryhausen elaboraba bocetos de las escenas de acción y los remitía a los estudios. Casi todos rechazaron la idea, que parecía demasiado costosa, hasta que llegó al productor de películas de monstruos Charles Schneer. Después de haber trabajado juntos en Surgió del Fondo del Mar (1955) y La Tierra contra los Platillos Volantes (1956), Schneer confiaba en las habilidades de Harryhausen y sabía cómo mantener el film dentro del presupuesto.

Cubierta de la adaptación novelada (foto: TCM)

Ray Harryhausen consiguió por fin su viaje a Roma en septiembre de 1956, donde pasó dos semanas buscando localizaciones e incluso intervino como extra en la película. Del reparto principal sólo William Hopper se trasladó a Italia. El resto de las escenas se filmaron, en unos diez días, en los Estados Unidos. Fue la última película en blanco y negro de Harryhausen y, excepto por La Gran Sorpresa (1964), también la última ambientada en el mundo moderno. El diseño original del Ymir, un cíclope gigante, aparecería en su siguiente obra, la deliciosa Simbad y la Princesa (1958), título que inició una larga serie de aventuras fantásticas (con monstruos, naturalmente) situadas en un pasado romántico.

Algunos citan entre las virtudes de A 20 Millones de Millas... un guión inteligente (por tópico que sea), un ritmo rápido y unos excepcionales efectos especiales. Como muchas otras películas de ciencia-ficción del período, los personajes no dejan una gran impresión; en realidad, el más desarrollado y el que se gana la lealtad del espectador — uno de los paralelos del film con King Kong (1933) — es la propia criatura, característica que se acentuaría en las siguientes películas del legendario maestro de la animación.

Al volver de su misión secreta en el primer viaje tripulado a Venus, un cohete estadounidense realiza un aterrizaje forzoso en el Mediterráneo cerca de un pequeño pueblo pesquero italiano. Los lugareños se las arreglan para rescatar a dos de los tripulantes, incluido el coronel Robert Calder, líder del vuelo. Un niño también encuentra en la playa una extraña masa gelatinosa dentro de un contenedor hermético y la lleva al doctor Leonardo, zoólogo que está de paso en la localidad junto a su hija Marisa. El doctor extrae de la masa un diminuto ser similar a un lagarto. Expuesta a la atmósfera terrestre, la criatura venusiana dobla su tamaño cada 24 horas y pronto se libera para rondar por el campo buscando su alimento: azufre. Finalmente amenaza a la propia Roma y obliga al Ejército a tomar medidas drásticas.

Los pescadores buscan supervivientes (foto: Badmovies.org)

El doctor Uhl y el general de división McIntosh se preguntan por la suerte del cohete (foto: Badmovies.org)

Pepe hace su descubrimiento (foto: Badmovies.org)

El coronel Calder intenta sacar alguna información del gravemente herido doctor Sharman mientras Marisa trata de contenerlo (foto: Badmovies.org)

Esa noche, el doctor Leonardo y Marisa encuentran a la criatura (foto: Badmovies.org)

La reacción del pueblo romano (foto: Badmovies.org)

Nada puede detener al venusiano (foto: Badmovies.org)

El monstruo que emerge del Tíber es descomunal (foto: Badmovies.org)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

A 20 millones de millas de la Tierra (1957) on IMDb


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