¡Oh, no, otra vez no!
El Regreso de la Mosca (1959) es la primera secuela del muy popular film de ciencia-ficción/terror La Mosca (en 1965 la seguiría La Maldición de la Mosca). Bernard Glasser la produjo para Associate Producers y Edward L. Bernds la escribió y dirigió. Ambientada quince años después de los experimentos de André Delambre, cuenta cómo su hijo Philippe intenta perfeccionar el dispositivo de teleportación pero obtiene el mismo desastroso resultado. Al contrario que su predecesora, se filmó en blanco y negro — aunque manteniendo el formato CinemaScope, combinación poco frecuente. Del reparto original sólo repite Vincent Price, acompañado por Brett Halsey, John Sutton (quien sustituyó a Herbert Marshall por enfermedad), David Frankham y Dan Seymour. La música pertenece a Paul Sawtell y Bert Shefter. La distribuidora 20th Century-Fox estrenó El Regreso de la Mosca en la apropiada compañía de El Caimán Humano.
Póster de la película (foto: Wrong Side of the Art!)
Después del éxito de La Mosca, sus creadores se vieron ante un dilema: si renunciaban a rodar una segunda parte nadie lo entendería, pero el film original no había dejado puertas abiertas a una continuación. Peor aún, el productor y director Kurt Neumann — responsable en gran medida de su resultado final — había fallecido apenas preestrenada La Mosca. El proyecto siguió adelante al menor coste posible (el presupuesto fue de unos 225.000 dólares). Bernds tuvo que pensar un guión que pudiera reutilizar los espléndidos decorados de Eli Benneche y Walter M. Scott, así como reescribir el borrador varias veces para recortar gastos — supuestamente eliminando algunas de las cosas que más gustaban a Vincent Price.
Lo que pone a El Regreso de la Mosca varios niveles por debajo de la primera parte no es la diferencia de presupuesto, sino la falta de suspense. No hay un misterio que revelar y el argumento es rutinario. Esto no significa, en absoluto, que se trate de una mala película, y de hecho quienes disfruten de historias más predecibles incluso la pueden preferir al desasosegante original. El ritmo es elevado, los efectos especiales y el maquillaje son aceptables — el aspecto de la nueva Mosca Humana es aún más desagradable — y el film tiene un agradecido toque de serie B.
Quince años después de la muerte de su padre, Philippe Delambre pierde también a su madre Helene, atormentada por los recuerdos de aquel horror. Philippe convence a su tío François para que le cuente lo que sucedió realmente y qué destruyó la vida de sus padres. Jura perfeccionar el transmisor de materia, para que tanto sufrimiento no haya sido en vano, y contrata como ayudante al científico Alan Hinds. Pero Hinds tiene negocios inconfesables y un oscuro secreto propio. Planea robar el transmisor, aunque primero debe ocuparse del detective que lo persigue por un delito anterior, y después eliminar a Philippe. Entonces ocurre el desastre: Philippe sufre el mismo accidente que su padre e intercambia miembros con una mosca doméstica. La Mosca Humana busca venganza, mientras François y el inspector Beauchamp (quien conoce la verdad del caso Delambre) intentan atrapar con vida al monstruo y encontrar a una diminuta criatura alada con la cabeza de Philippe...
Gaston pide a François y Philippe que no entren en el laboratorio — «¡Este lugar está maldito!» (foto: The Dwrayger Dungeon)
El criminal Ronald Holmes, alias Alan Hinds (foto: The Dwrayger Dungeon)
El inspector Evans muere tras ser "cruzado" con una cobaya (foto: The Dwrayger Dungeon)
En el lugar de Philippe aparece un monstruoso híbrido... (foto: The Dwrayger Dungeon)
...y Cecile grita aterrorizada (foto: The Dwrayger Dungeon)
El inspector Beauchamp descubre la extraña mosca con cabeza humana (foto: The Dwrayger Dungeon)
Trailer de la película (vídeo: YouTube)
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