lunes, 23 de mayo de 2016

La Maldición de Frankenstein

El padre de todos los monstruos


Considerada por muchos la película que resucitó para siempre el género de terror, La Maldición de Frankenstein (1957) mantendría asimismo durante décadas la distinción de ser la más rentable producida en el Reino Unido por un estudio británico — en su primera etapa en cartelera los ingresos multiplicaron por setenta el coste del film. Basada libremente en la novela publicada en 1818 Frankenstein o el Moderno Prometeo, de Mary Shelley, fue producida por Anthony Hinds y Max Rosenberg para Hammer Films y distribuida por Warner Bros. Terence Fisher dirigió un magnífico reparto encabezado por Peter Cushing como Victor Frankenstein, Hazel Court como Elizabeth y Christopher Lee como La Criatura. La música fue obra de James Bernard. El éxito mundial de Frankenstein dio lugar a varias secuelas, así como nuevas versiones de Drácula (1958) y La Momia (1959) que definirían un tipo de terror gótico conocido como "Horrores de la Hammer".

Póster de la película (foto: FilmAffinity)

En 1816 la joven Mary Wollstonecraft Godwin y su futuro esposo Percy Bysshe Shelley se encontraron con Lord George Gordon Byron y su médico personal el doctor John Polidori en la villa del noble a orillas del Lago Lemán. Obligados a recluirse por el tiempo inclemente del "Año sin Verano", los cuatro pasaban las veladas leyendo historias de fantasmas frente al fuego; Byron acabó proponiendo que cada uno de ellos escribiera un relato de terror. Noches después Mary, quien a la sazón contaba 18 años, tuvo una inspiración soñando despierta. El resultado fue una novela revolucionaria con un impacto descomunal en la cultura popular, además de la primera auténtica historia de ciencia-ficción. La autora estuvo fuertemente influida por la entonces popular teoría del galvanismo, así como por la supuesta creación de un homúnculo realizada por Paracelso; algunos afirman que Mary Shelley también conocía los notorios experimentos con cadáveres del alquimista germano Johann Konrad Dippel (quien, por cierto, había nacido en el Castillo de Frankenstein).

El estudio pretendía inicialmente rodar una película en blanco y negro con Boris Karloff como Monstruo. Universal amenazó con una demanda si la Hammer copiaba cualquier elemento del clásico de James Whale El Doctor Frankenstein (1931), por lo que Jimmy Sangster reescribió el guión de arriba a abajo y se rodó en Eastmancolour. El film tuvo un presupuesto de 65.000 libras esterlinas (unos 270.000 dólares). Los productores pensaron desde un principio en Peter Cushing como protagonista. Para interpretar a La Criatura simplemente buscaron a «alguien grande». El papel se decidió entre Bernard Bresslaw (2,01 metros de estatura) y Christopher Lee (1,96); Bresslaw pedía 10 libras al día, mientras que Lee se conformó con 8. Su caracterización fue un diseño de última hora del maquillador Phil Leakey.

La Maldición de Frankenstein se estrenó en el London Pavilion el 2 de mayo de 1957 con el Certificado 'X' de los censores, desagradando profundamente a muchos críticos británicos. En los Estados Unidos hubo reacciones encontradas, calificándola algunos de «bien producida pero extremadamente repulsiva» y elogiando las actuaciones, mientras otros opinaban — inexplicablemente — que «todo lo que pasa, ha pasado igual en las películas anteriores». El film fue inmensamente popular, no obstante, y llevaría a la Hammer a dominar el género en las siguientes dos décadas.

Esperando en su celda la ejecución, el barón Victor Frankenstein cuenta a un sacerdote cómo ha llegado a sus actuales circunstancias. Heredero muy joven de las riquezas de la familia a la muerte de su madre, se interesa por la ciencia médica bajo los auspicios de su tutor el doctor Paul Krempe, sintiéndose fascinado por el origen y naturaleza de la vida. Tras años de estudio el peligrosamente arrogante Victor consigue reanimar un perro muerto. El barón concibe entonces un ser sintético creado con pedazos de cadáveres; a medida que los excesos de Frankenstein aumentan, Krempe siente no sólo repugnancia sino también preocupación por la seguridad de la bella Elizabeth, prima y prometida de Victor...

A pocos pasos del cadalso, Frankenstein proclama su inocencia (foto: Cinematic Catharsis)

Fríamente el barón escudriña los secretos del Creador (foto: Cinematic Catharsis)

El doctor Krempe apela en vano a su antiguo pupilo (foto: Cinematic Catharsis)

Elizabeth presiente algo maligno (foto: Cinematic Catharsis)

El abominable "hijo" de Victor (foto: Cinematic Catharsis)

El engendro deja un rastro de crímenes (foto: Cinematic Catharsis)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

La maldición de Frankenstein (1957) on IMDb


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