lunes, 26 de octubre de 2015

Ultimátum a la Tierra

«¡Klaatu barada nikto!»


El clásico estadounidense de 1951 Ultimátum a la Tierra (llamado también El Día que Paralizaron la Tierra, El Día que se Paralizó la Tierra o El Día que la Tierra se Detuvo) fue producido por Julian Blaustein para 20th Century-Fox y dirigido por Robert Wise. El guión de Edmund H. North — con el escritor de ciencia-ficción Raymond F. Jones como asesor no acreditado — se basa en elementos del relato Farewell to the Master de Harry Bates, publicado originalmente en la revista pulp Astounding Science-Fiction en 1940. El film está protagonizado por Michael Rennie, Patricia Neal, Hugh Marlowe, Sam Jaffe y el joven Billy Gray. La extraordinaria banda sonora fue compuesta por Bernard Herrmann. En la historia, un humanoide alienígena de nombre Klaatu visita la Tierra, escoltado por su poderoso robot Gort, para entregar un importante mensaje a los representantes de todas las naciones. Cuando la comunicación se vuelve difícil, Klaatu elige una estrategia alternativa. El film se adaptó para la radio en 1954 y existe asimismo un remake de 2008. Ultimátum a la Tierra, concebida como una alegoría del miedo y la suspicacia que caracterizaron la Guerra Fría, está considerada casi unánimemente una de las mejores películas de ciencia-ficción de todos los tiempos.

Póster de la película (foto: FilmAffinity)

El productor Julian Blaustein se propuso hacer una película que ilustrara la paranoia de principios de la Era Atómica y promoviera la cooperación internacional. Para ello revisó más de doscientos relatos y novelas de ciencia-ficción buscando un argumento apropiado, ya que el género se prestaba a una discusión metafórica — y por lo tanto menos controvertida — de tan grave asunto. El estudio pagó a Harry Bates únicamente 500 dólares por los derechos de la historia original, la cual desarrolló Edmund North (un antiguo oficial del Ejército) para denunciar la escalofriante proliferación de armas nucleares. El audaz antimilitarismo del proyecto atrajo a Robert Wise — quien además creía en los OVNI. North incluyó varias comparaciones subliminales entre Klaatu y Jesucristo, y las habilidades de Gort sobresaltaron al censor designado por la Asociacion de Películas de América, que exigió añadir una línea: cuando Patricia Neal pregunta si el robot tiene poder ilimitado sobre la vida y la muerte, Michael Rennie responde «[eso] está reservado al Espíritu Todopoderoso» (el cambio desagradó profundamente tanto a North como a Wise).

Wise trató de que la película fuese lo más realista posible. Así, algunos famosos periodistas radiofónicos de la época — H. V. Kaltenborn, Elmer Davis, Drew Pearson y Gabriel Heatter — hicieron de sí mismos en cameos. Entre los candidatos a los papeles principales estuvieron Claude Rains y Spencer Tracy (Klaatu), Anne Baxter (Helen) o Jack Palance (Gort). El icónico robot fue interpretado finalmente por Lock Martin, quien era acomodador en el Teatro Chino de Grauman y medía 2,10 metros. Debido a su frágil constitución, Martin nunca pasó más de media hora seguida dentro del incómodo disfraz.

El arquitecto Frank Lloyd Wright colaboró en el diseño de la nave espacial, cuyo futurista interior recuerda a la sede de la Johnson Wax. Wright imaginó el exterior del platillo volante fabricado con un material sin uniones que se comportaba «como un tejido vivo». Análogamente, Gort parecía carecer de juntas o articulaciones; este efecto se consiguió mediante dos trajes, abiertos respectivamente por delante y por detrás, y encuadrados en el ángulo correcto. Casi todos los exteriores se filmaron en los estudios de la Fox. Una segunda unidad rodó escenas menores en Washington, D.C. y Fort Meade, Maryland. El Departamento de Guerra declinaría participar en el film tras leer el guión: todo el equipo militar procedió de la Guardia Nacional de Virginia. El presupuesto final ascendió a 995.000 dólares.

La fascinante y revolucionaria partitura de Bernard Herrmann utilizaba marimba, tam-tam, celesta, instrumentos de cuerda eléctricos, dos theremin (interpretados por Samuel Hoffman y Paul Shure), dos órganos Hammond, tres vibráfonos, dos Glockenspiele y dos arpas, junto a instrumentos menos exóticos. Herrmann experimentó con técnicas de grabación insólitas y produjo una de las primeras obras de música electrónica (algo que pasa por alto frecuentemente la crítica "culta").

En el momento del estreno Ultimátum a la Tierra tuvo un moderado éxito, acumulando 1.850.000 dólares en los Estados Unidos y Canadá. La mayor parte de los críticos locales elogiaron su realismo y seriedad pero también hallaron «ciertos elementos subversivos». La recepción en el extranjero fue más entusiasta — valoración que se ha generalizado hoy en día. La frase "Klaatu barada nikto", creada por North junto al lenguaje alienígena del film, forma parte de la cultura popular y ha sido objeto de artículos, documentales, parodias y homenajes (destacando el de Sam Raimi en El Ejército de las Tinieblas).

Washington, D.C. es presa del pánico cuando una nave espacial aterriza cerca de la Casa Blanca. De ella sale Klaatu, un viajero interplanetario de voz suave, cuyo "guardaespaldas" es un enorme robot que dispara rayos llamado Gort. Herido por un soldado, Klaatu anuncia que tiene un mensaje de vital importancia para la Humanidad, el cual sólo transmitirá si los líderes mundiales acceden a reunirse con él. Dada la situación política, su demanda se ignora y es confinado en un hospital. Klaatu escapa y busca refugio en una pensión, donde se hace pasar por un tal "Sr. Carpenter". Allí el alienígena se gana la confianza de la encantadora viuda Helen Benson y su hijo Bobby, ninguno de los cuales cae en la cuenta de su origen extraterrestre, y buscan la ayuda del eminente científico profesor Barnhardt. Al día siguiente, exactamente a las doce en punto, Klaatu hace que la Tierra "se detenga" — cortando toda la energía eléctrica del mundo.

Un platillo volante sobre Washington (foto: DVDBeaver)

Klaatu, atacado (foto: DVDBeaver)

Aparece Gort (foto: DVDBeaver)

Helen Benson y su prometido Tom Stevens (foto: DVDBeaver)

Bobby y el "Sr. Carpenter" (foto: DVDBeaver)

El profesor Jacob Barnhardt (foto: DVDBeaver)

Se avecinan represalias (foto: DVDBeaver)

Gort ejercita sus poderes (foto: DVDBeaver)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

Ultimátum a la Tierra (1951) on IMDb


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lunes, 19 de octubre de 2015

Caltiki, el Monstruo Inmortal

No perturbes el sueño de los dioses


Caltiki, el Monstruo Inmortal es una película italiana de ciencia-ficción/horror de 1959, producida por Sam Schneider y Bruno Vailatilos para los estudios Climax Pictures y Galatea; fue distribuida en su país por Lux Film y en los Estados Unidos por Allied Artists. Aunque oficialmente la dirigió Riccardo Freda (bajo el pseudónimo más "internacional" de Robert Hamton), el principal responsable fue Mario Bava, quien figura en los créditos como director de fotografía con el nombre de John Foam. El ingenioso guión pertenece a Filippo Sanjust (como «Philip Just»), mientras que Roberto Nicolosi («Robert Nicholas») y Roman Vlad compusieron la música. En el reparto aparecen John Merivale, Didi Perego (acreditada «Didi Sullivan»), Gérard Herter, Daniela Rocca y Giacomo Rossi-Stuart. La historia relata cómo unos arqueólogos que investigan unas ruinas mayas hallan un ser monstruoso, al cual destruyen, pero conservando una muestra de sus tejidos. Entretanto, un cometa se acerca a la Tierra — el mismo que fue visible en la época en que la civilización maya se derrumbó misteriosamente. ¿Una coincidencia?

Póster de la película (foto: FilmAffinity)

Riccardo Freda aseguró que había abandonado la película para que Mario Bava — a quien vaticinaba un brillante futuro — tuviera una oportunidad de dirigir (en 1956, durante el rodaje de Los Vampiros, Bava también había ocupado el puesto de Freda después de que este último, al parecer, discutiera con los productores). Cualesquiera que fuesen los motivos, dieron lugar a uno de los films europeos de terror/ciencia-ficción más populares de su tiempo. Bava sería fundamental como director, guionista y técnico de efectos especiales en la época dorada de las películas de terror italianas que abrieron camino al género giallo.

Aunque a veces se afirma que Caltiki está en deuda con La Masa Devoradora, su verdadera inspiración es casi con toda seguridad El Experimento del Doctor Quatermass, que había sido un enorme éxito en Italia. Caltiki incorpora un monstruo de aspecto similar, una "caza del hombre" en pos del portador-víctima, parecidas secuencias de laboratorio mostrando el espeluznante desarrollo de la amenaza, e incluso un segmento de "película dentro de la película" que proporciona pistas para resolver el misterio. El guionista Sanjust, no obstante, alejó la historia del ámbito de la exploración espacial (entonces una idea todavía demasiado novedosa en la mayor parte de Europa) y recurrió a elementos más familiares de antiguas leyendas y arqueología — posiblemente con influencias de Howard Phillips Lovecraft. El resultado es un original y competente pastiche que combina de manera fascinante cosmología, ciencia y mito. En su día, algunos críticos consideraron que la película adolecía de malas actuaciones y pobreza de medios, admitiendo con cierta condescendencia que era «tan increíblemente banal que casi entretiene».

Dos miembros de una expedición a la antigua ciudad maya de Tikal penetran en una escondida gruta — sólo uno regresa, gritando enloquecido el nombre de la diosa Caltiki. El jefe del grupo, el doctor John Fielding, sigue su rastro y encuentra la cámara del hombre desaparecido entre los escombros de un templo, además de detectar elevados niveles de radiación. La filmación muestra a los dos hombres repentinamente amenazados por algo fuera del plano. Un buceador se sumerge en una parte inexplorada del templo, un lago sagrado, hallando desparramados en el fondo restos humanos y tesoros. Pero el buceador es abrasado por una enorme masa informe que emerge del lago y está a punto de matar al arqueólogo Max Gunther. El doctor Fielding amputa el fragmento que retiene a Gunther y destruye la mayor parte del monstruo incinerándolo. Pronto la comunidad científica queda asombrada con los restos de la criatura, un ser viviente unicelular con una edad de al menos veinte millones de años; es más, los restos, aparentemente inertes, son todavía radiactivos y crecen a un ritmo alarmante al exponerlos a radiación... Mientras, el doctor establece un vínculo entre las leyendas que rodean a Caltiki, el abandono de Tikal en 607 d.C. y el paso de un cometa ese mismo año. Fielding descubre casi demasiado tarde que dicho cometa va a regresar, poniendo a toda la Humanidad frente al peligro de Caltiki.

Entre las impresionantes ruinas de la ciudad guatemalteca de Tikal acecha una amenaza inimaginable (foto: TCM)

El doctor Fielding trata de liberar a Max Gunther (foto: TCM)

Gunther pierde gradualmente la cordura a medida que los tejidos de su cuerpo se deterioran (foto: TCM)

Huida del hospital (foto: TCM)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

Caltiki - il mostro immortale (1959) on IMDb


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lunes, 12 de octubre de 2015

The Twonky

Televisión basura


The Twonky es una comedia de ciencia-ficción estrenada en 1953 por United Artists. Fue producida por Arch Oboler, junto a A. D. Nast, Jr. y Sidney Pink. Oboler también dirigió el film y escribió su guión, basado en la historia corta epónima publicada en 1942 por el escritor de ciencia-ficción Lewis Padgett. Este pseudónimo designaba en realidad al notable matrimonio formado por los autores Henry Kuttner y C. L. Moore, quienes lo empleaban indistintamente trabajando en colaboración o por separado (y a menudo no sabían decir cuánto había escrito cada uno). La película cuenta cómo un hombre descubre que su televisor tiene poderes insólitos... y un plan oculto. Los principales intérpretes son Hans Conried, Gloria Blondell, Billy Lynn, Edwin Max y Janet Warren. La juguetona banda sonora pertenece a Jack Meakin.

Póster de la película (foto: FilmAffinity)

Arch Oboler había completado la película en 1951, pero no pudo encontrar un distribuidor. Tras el enorme éxito de su producción Bwana, Diablo de la Selva (1952), iniciadora de la efímera moda del 3-D en los primeros años 1950, The Twonky llegó finalmente a un pequeño número de salas. El resultado en taquilla fue malo. Los críticos consideraron que los aburridos diálogos, así como la pobre producción, eran sus mayores defectos y estropeaban algunas ideas por otra parte interesantes. Años más tarde, el estupendo Hans Conried recordaba haber advertido a Oboler que la película probablemente sería un fiasco, a lo cual el productor respondió «muy bien, de todas formas este año necesito desgravar impuestos».

Fotografía de J. R. Eyerman para la revista Life en la première de Bwana, Diablo de la Selva — un icono de la alienación (foto: Time Inc.)

En la historia original de Kuttner y Moore, un viajero del tiempo fabrica un "Twonky" con aspecto de receptor de radio y este dispositivo acaba en una casa particular, donde toma el control de la vida de su nuevo propietario. Oboler adaptó muy libremente este relato, conservando algunos gags, pero en su caso el peligroso aparato es un televisor. El guionista, una figura radiofónica gracias a su programa Lights Out (irónicamente, luego llevado a la televisión), dirigió su sátira hacia el nuevo medio de comunicación/alienación de masas; entre 1948 y 1951 la televisión había reducido a la mitad el número de espectadores en los cines y terminado con la Edad de Oro de la radio. Pero esta denuncia-venganza resulta forzada como comedia y es demasiado torpe y obvia como sátira — la sutileza nunca fue una virtud de Oboler. La película, no obstante, es indescriptiblemente extraña y tiene imágenes difíciles de olvidar.

En una pequeña ciudad universitaria, el profesor de Filosofía Cary West se queda solo en casa durante el fin de semana mientras su esposa Carolyn se marcha a visitar a su hermana. West, quien odia la televisión, desespera al descubrir que Carolyn ha comprado un aparato para que le haga compañía. Pronto se da cuenta de que tiene un problema mayor: el televisor es un "Twonky", una criatura del futuro diseñada para "ayudarle". Enciende su pipa, lava los platos y anuda su corbata, pero también toma por el profesor decisiones aparentemente arbitrarias. Censura libros y periódicos, elige la música y controla su trabajo; lee las mentes; y lanza descargas eléctricas a todo aquello que es "perjudicial" para West. Peor aún, resulta imposible librarse del Twonky...

Carolyn tiene una sorpresa para su marido — el instalador de la antena es una pista (foto: MovieStillsDB)

Incómoda presencia (foto: MovieStillsDB)

Harto de la programación (foto: MovieStillsDB)

Película completa (vídeo: YouTube)

The Twonky (1953) on IMDb


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lunes, 5 de octubre de 2015

El Caimán Humano

Hasta luego, cocodrilo


El Caimán Humano (también llamada a veces Los Hombres Caimán) es una película estadounidense de ciencia-ficción/terror en blanco y negro y CinemaScope. Fue producida en 1959 por Jack Leewood para Associated Producers y distribuida por Twentieth Century-Fox. El guión de Orville H. Hampton se basa en una historia escrita por él mismo junto a Charles O'Neal y Robert M. Fresco (este último no acreditado), la cual recuerda en bastantes aspectos a La Mosca; de hecho, la Fox impulsó esta producción porque necesitaba una película "de monstruos" de bajo presupuesto que completase un programa doble con El Regreso de la Mosca. Fue el último film dirigido por Roy Del Ruth, quien tuvo a sus órdenes a Beverly Garland, Bruce Bennett, Lon Chaney, Jr., George Macready y Richard Crane. La película cuenta en flashback cómo un hombre desaparece justo antes de su luna de miel; cuando su esposa finalmente logra encontrarlo en la plantación familiar, descubre que un tratamiento médico fallido lo ha transformado en un híbrido de humano y reptil. Irving Gertz compuso la banda sonora.

Póster de la película (foto: Wrong Side of the Art!)

Aunque a muchos les provoca sonrisas, El Caimán Humano es una película seria y bastante sombría — pero fallida. El director Del Ruth crea una atmósfera sofocante con típicos elementos de "terror gótico sureño": decadentes mansiones envueltas en hiedra y rodeadas por fétidos pantanos; serpientes y caimanes reptando por doquier; sirvientes negros que tienen miedo de contar todo lo que saben; arenas movedizas. Lamentablemente, los temas subyacentes de alienación, secretos dentro del matrimonio, fuerzas que escapan al control de los hombres que las crearon... terminan desarrollándose de manera superficial y aburrida. El innecesario recurso a los recuerdos reprimidos explota la moda de The Search for Bridey Murphy (1956), mientras que el clímax muestra todos los clichés de las películas con "científico loco".

Un punto fuerte del film es la estupenda interpretación de Beverly Garland. Crane y Macready son eficaces; para algunos, Lon Chaney, Jr. sobreactúa en un papel algo unidimensional, aunque hay quien alaba su energía. El maquillador Dick Smith hace un trabajo muy bueno con las víctimas de los experimentos antes de su total transformación; desafortunadamente, en su estado final lucen una cabeza de goma de aspecto risible. Smith dejaría su creación más memorable en El Exorcista (1973). Destacan asimismo los exteriores rodados en Lousiana.

Es más que probable que la trama de El Caimán Humano sirviera de inspiración a Stan Lee para concebir a uno de los peores enemigos de Spider-Man, el Lagarto.

Jane Marvin, enfermera en el Sanatorio Webley, accede a someterse a una regresión hipnótica usando pentotal. Una vez bajo hipnosis, revela que su verdadero nombre es Joyce Webster y pasa a contar una extraordinaria historia. Años atrás contrajo matrimonio con el veterano de guerra Paul Webster, pero, tras recibir un misterioso telegrama durante su luna de miel, Paul se apeó del tren y desapareció. Joyce sigue su rastro hasta una mansión en los pantanos de Louisiana. La propietaria, la señora Lavinia Hawthorne, le da una gélida bienvenida y afirma no conocer a Paul. Joyce insiste en quedarse y por último descubre que su marido ha estado allí: el doctor Mark Sinclair está utilizando la plantación para llevar a cabo una serie de experimentos, con el fin de que los mutilados puedan regenerar sus miembros empleando inyecciones de suero de caimán — pero algo ha salido mal y los sujetos de las pruebas están convirtiéndose en caimanes humanos.

Los doctores Erik Lorimer y Wayne Mcgregor inducen un estado hipnótico en la enfermera Marvin (foto: Monsterminions)

Joyce presiente el peligro en la siniestra mansión (foto: Monsterminions)

El cazador de caimanes Manon — manco, alcohólico, brutal y cajún (foto: Monsterminions)

El doctor Sinclair se adentra en sus pantanosos dominios, donde sólo un Jeep anfibio puede llevarlo (foto: Monsterminions)

Paul sabe que se está convirtiendo en un monstruo, el doctor soporta la culpa (foto: Monsterminions)

Una precisa combinación de rayos X y radiación gamma es la última esperanza (foto: Monsterminions)

Manon se enfrenta a su Némesis (foto: Monsterminions)

Suficiente para perder la razón (foto: Monsterminions)

Trailer de la película (vídeo: YouTube)

El caimán humano (1959) on IMDb


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